¿ES BENEFICIOSO ANDAR DESCALZO?

En muchas ocasiones habréis oído que andar descalzo es muy beneficioso. Es cierto que desde pequeños,  llevar a cabo esta práctica, nos ayuda a conocer y diferenciar texturas, formas y temperatura y gracias a ello podemos tomar conciencia de nuestro cuerpo. Además se fortalecen los músculos de los pies y las piernas.  A través de los pies recibimos muchos estímulos del mundo que nos rodea, pero también es cierto, hay que hacerlo siguiendo unas pautas, ya que de lo contrario nuestra salud puede verse afectada.

Si sois de esas personas que les gusta caminar descalzos, debéis de tener en cuenta unas pautas a la hora de hacerlo:

· Existen terapias como la acupuntura y la reflexología que nos dicen que en las plantas de los pies están reflejadas distintas partes del cuerpo y por ello el andar descalzo libera tensiones y reduce el estrés. Pero hay que llevar cuidado ya nos podemos lastimar con algún golpe o hincarnos algún objeto.

· No todas las superficies son idóneas para caminar sin calzado. Debemos de llevar especial cuidado a la hora de hacerlo en piscinas y duchas públicas, ya que llevarnos a casa algún hongo o alguna infección es muy fácil. Andar descalzo por zonas húmedas y poco higiénicas no es nada recomendable.

· Caminar descalzo puede ser beneficioso si lo hacemos en un ambiente limpio y sin amenazas, como por ejemplo, en casa. Nos ayuda a que el pie transpire de forma natural y a descansar de los tacones. Pero hay que tener en cuenta no excedernos en ello, lo ideal es hacerlo 1 hora al día, no más.

· El pie al ir desnudo queda desprotegido de las agresiones externas y se puede deshidratar fácilmente. Si os gusta andar descalzos en casa, debéis prestar especial atención a vuestros pies, a su cuidado y limpieza.

· Al ir sin calzado, nos quedamos sin la amortiguación que nos proporciona un buen zapato. Los pies sufren más presión por el peso que el cuerpo ejerce sobre ellos.

· Andar descalzo por la orilla de la playa es un placer por todos conocido. El contacto de nuestros pies con la arena y el mar produce un efecto de relajación que puede acabar con nuestro estrés acumulado. Además la arena de la playa es un exfoliante natural. Pero hay que llevar cuidado con la inclinación, ya que al desequilibrar el cuerpo y al obligar a un lado a trabajar más que el otro soportando mayor peso, podemos presentar dolor en las articulaciones. El paseo debe de ser corto, si nos excedemos después tendremos dolor de pies y gemelos. Por supuesto no debéis olvidar poner protección solar en vuestros pies, incluida la planta, ellos también pueden quemarse del sol y en muchas ocasiones, son los grandes olvidados.

· No siempre funcionan las mismas cosas para todos igual. Las personas diabéticas deben abstenerse de caminar descalzos a fin de evitar lesiones y heridas que después puedan ulcerarse. Deberán tener especial cuidado y mantener sus pies siempre secos y protegidos.

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